No es el trabajo, eres tú: lo que aprendí tras años buscando “la salida” como enfermera

Descubrí que el problema no era el hospital ni la profesión de Enfermería: era mi MENTALIDAD, porque si piensas mal, tu mundo estará mal.

Hoy escribo y grabo desde mi «zulo» sin ventanas, con mala luz, sin filtros y sin mejores pintas. Porque este mensaje no puede esperar. Si eres enfermera, estás cansada, desmotivada, con el alma rota tras tantos turnos, guardias y decepciones… necesito decirte esto.

No me canso de repetirlo porque a mí me cambió la vida:

No es el trabajo. No es la profesión. La solución está dentro de ti.


¿Cambiar de trabajo soluciona el burnout? Spoiler: no

Muchas enfermeras me escriben:
“¿Dónde trabajas ahora?”
“¿Qué hiciste para salir?”
“¿Qué me recomiendas?”
“¿Qué otro trabajo hay para una enfermera?”

Y lo entiendo. Yo también pensé durante mucho tiempo que la clave era encontrar otro trabajo, otra especialidad, otro entorno. Pero después de cambiar de trabajo mil veces, de emprender proyectos online, de perseguir la libertad a través de nuevas oportunidades, descubrí lo que nadie me había dicho:

No tienes lo que quieres. Tienes lo que toleras.

No es una frase bonita. Es una verdad que me explotó en la cara. Mientras sigas tolerando estar en un entorno que te aplasta, seguirás en él. Porque tu mente, tu autoestima, tu nivel de consciencia… te mantienen ahí.


El problema no era la enfermería, era yo

He estado en trabajos horribles y en trabajos “ideales”. He estado en hospitales públicos donde me sentía vejada, sobrecargada, invisible. Y he estado también en un puesto mucho más amable, de lunes a viernes, en enfermería de empresa. ¿Y sabes qué?

En ambos he estado muy mal y muy bien. Porque no dependía del trabajo.
Dependía de mí.

Cuando yo estaba mal conmigo, nada me llenaba.
Cuando empecé a elevarme personalmente, a desarrollar mi mentalidad, mi autoconfianza, mi capacidad de poner límites, entonces… el trabajo también mejoró.


La trampa: esperar que el trabajo te salve

Creemos que si encontramos el trabajo perfecto, se acabarán la ansiedad, el insomnio y la sensación de estar atrapadas. Pero no.
Si no cambias tú, todo vuelve a repetirse.

Cambiar de sitio sin cambiar de mentalidad no sirve de nada: la sobrecarga sigue. La presión sigue. El miedo sigue…porque viene de DENTRO. Porque tu persona no aguanta la presión, y cuanto más tiempo pases en entornos tóxicos sin trabajar en tí…más mermada estarás, con menos autoestima, seguridad y autoconfianza.


Antes de una reinvención profesional… necesitas una reinvención personal

La salida no está en otro contrato.
La salida está en convertirte en una persona que ya no tolera lo que antes sí.

Yo no toleraría estar con una pareja que me trata mal. Tampoco tolero ya un trabajo que me destruye.
Pero antes sí. ¿Por qué? Porque antes yo era otra.
No tenía las herramientas, la autoconfianza, ni el desarrollo personal que tengo ahora.

Y es ahí donde empieza todo.
Cuando tú cambias, TODO cambia.


¿Por qué no puedes dejar ese trabajo que te quema?

Tal vez porque no te sientes capaz.
Porque te da miedo decepcionar a tu familia, a tu pareja.
Porque conseguiste esa plaza con mucho esfuerzo y ahora te da pánico soltarla.
Porque te dicen “aguanta”, “ya pasará”, “ya te darán otra cosa mejor”.

Y mientras tanto… tú sigues callando. Sigues tolerando. Sigues enfermando.

Pero escúchame:

No eres imprescindible. Si tú no estás, pondrán a otra.
Tú no salvas a nadie si estás rota.


¿Y si te atreves?

No te digo que renuncies mañana.
Te digo que empieces a trabajar en ti hoy, para que cuando llegue la oportunidad, tengas los ovarios (o los huevos) de decir:
“Lo dejo. Me elijo.”

Porque hay muchos trabajos.
Lo que falta es autoconfianza para dar el salto.

Y si no la tienes aún, se trabaja.
Como cualquier músculo.


No tienes lo que quieres. Tienes lo que toleras.

Cuando entendí esto, dejé de culpar al sistema, al hospital, al supervisor, a la administración.
Y empecé a hacerme cargo.

Y desde ahí, desde ese lugar de responsabilidad, los cambios reales empezaron a suceder.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio