Bienvenida al club de las enfermeras que están hasta el c*ño
La Enfermería es como una relación tóxica…
te está jodiendo pero te resulta casi imposible salir de ella.
Te entiendo porque yo he pasado por “relaciones” con la Enfermería más tóxica y chunga que he podido conocer: el sistema público de salud español (o al menos he conocido varios de los 17 que tenemos)
¿Recuerdas esa pareja que cuando te quería te llamaba y después te hacía ghosting durante semanas? Igualito que los contratos de días sueltos, que después de navidad/semana santa/verano…si te he visto no me acuerdo
PERO
No te vayas de viaje ni hagas ningún plan, porque te va a llamar
Y tú volverás a sus brazos
Porque la Enfermería está por delante de todo en tu vida…¿no?
Ahora piensa…¿has tomado de forma consciente esa decisión?
¿O la vida te ha llevado a eso de manera automática?
¿Realmente quieres vivir así? o has dado por hecho que “es lo que hay” y que el precio que tienes que pagar por trabajar en festivos, noches, aguantar agresiones y borrachos, ir de un servicio a otro y sentirte ultrajada en tu puesto de trabajo es, precisamente, no tener vida ni libertad?
¿Te has puesto tú sola la correa o, es que de repente te ves peleándote con otras 40 compañeras en la “rueda” de vacaciones para poder tener 15 días libres en agosto?
Mira, yo tengo un gran defecto
Y es que pienso demasiado
Y joder, a veces ni duermo de lo activa que está mi puta cabeza
Soy bastante friki y me gusta divagar, filosofar y reflexionar
Y a veces me da por esribir y plasmar en palabras todo esto, como ahora.
¿Para qué me cuentas esto?
Pues porque un día empecé a pensar…¿realmente quiero vivir así? ¿No es esto un tipo de esclavitud moderna? ¿Habrá una manera más libre y gratificante de ejercer la Enfermería? ¿Podré trabajar satisfactoriamente sin lamer culos a superiores ni tener que suplicar cambios de turno? ¿Es posible cobrar más de 2.000 € al mes sin dejarme la salud en hacer noches?
Y me ponía de mala hostia al sufrir como profesional (y a veces como paciente) la pésima gestión, la ineptitud, ineficacia, ineficiencia, el excesivo e innecesario gasto (de nuestro dinero), las negligencias y la corrupción del sistema sanitario en el que trabajaba
Pero de las mierdas del sistema sanitario no voy a hablar aquí
No quiero que esta newsletter te ponga de mal humor (ni a mi escribiéndola)
Quiero escribir cosas entretenidas y, sobretodo útiles (o que al menos a mi me han servido)
Te quiero contar en qué ando metida y cómo he conseguido pasar de estar puteada y más quemada que la moto de un hippie a mi situación actual, en la que trabajo en un servicio de prevención ajeno (desde donde escribo esto) y en una multinacional (para la que teletrabajo 100% desde casa como enfermera de atención primaria).
Esto que te cuento es mi situación actual, pero te iré actualizando constantemente porque como te digo, yo no puedo vivir tranquila con una mente como la mía, que no me deja en paz hasta que no mejore al máximo mi vida.
No me puedo resignar a 15 días de vacaciones en agosto (con suerte), a estar pendiente siempre del teléfono, a coger “lo que me den”.
Por eso digo que es un defecto, porque a veces envidio a la gente que se conforma felizmente con lo que le viene y por las noches ve la isla de las tentaciones tranquilamente en el sofá. Yo no puedo, pero te juro que muchas veces lo envidio.
Mi mente me obliga a mejorar mi situación personal así que siempre aspiro a más y mejor, más y mejor. Y si por el camino puedo ayudarte a quitarte la correa a tí también (o al menos a aflojarla un poco) pues genial.
Así que,
Después de 3 años y medio reflexionando, actuando, arriesgando, cambiando de un trabajo a otro, y recibiendo más palos que una piñata, sacrificando mi salud física y mental, algo se de “reinvención enfermera”.
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